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in Boletín de Filología
La influencia del kichwa en el castellano andino ecuatoriano ambateño: el caso del morfema -ka
Resumen:
El Castellano Andino Ecuatoriano (CAE) ha estado en un contacto intenso y prolongado con el kichwa, la variedad de quechua hablada en Ecuador. En varios estudios se muestra la influencia del kichwa en esta variedad de castellano andino a nivel léxico, fonético/fonológico, morfosintáctico y pragmático (Bustamante 1991; Haboud 1998, 2018; Palacios 2005, 2007; Haboud y de la Vega 2008; Pfänder y Palacios 2013; Muysken 2019). Si bien la influencia morfológica del kichwa en el castellano es bastante limitada, en el CAE se puede encontrar la presencia del morfema kichwa -ka tanto en el CAE de hablantes bilingües kichwa-castellano como en el de monolingües en castellano (Lipski 2014; Muysken 2019). Sin embargo, en ninguno de los estudios previos se ofrece un análisis específico sobre la presencia de esta partícula en el discurso de hablantes monolingües del CAE. De este modo, el presente estudio ofrece un primer análisis sobre la distribución y rol discursivo del morfema -ka en hablantes monolingües del CAE de la ciudad de Ambato (CAE ambateño). Los datos sobre los que se sustenta el análisis provienen de entrevistas sociolingüísticas y muestras de habla natural recogidas por el autor entre el 2018 y 2019. A través del análisis, se muestra que los hablantes del CAE ambateño usan el -ka con diferentes constituyentes (p. ej. pronombres, sustantivos, adverbios, verbos, conjunciones). En cuanto a su rol en el discurso, -ka es una partícula que evoca contraste (foco contrastivo). Debido a que el presente estudio se centra en una situación de contacto lingüístico, es de suma importancia considerar factores sociales, históricos y demográficos de la ciudad de Ambato, junto a la historia de los participantes a fin de entender la dinámica de las lenguas (kichwa y castellano) y, así, tratar de encontrar una posible explicación al hecho que se encuentre una partícula kichwa en el CAE de monolingües de la ciudad de Ambato.
1. INTRODUCCIÓN
Nota 1
En América del Sur, las variedades andinas del castellano se extienden desde el sur-oeste de Colombia hasta el noroccidente de Argentina y noreste de Chile, aunque las zonas principales de estas variedades se encuentran en la región serrana de Ecuador, Perú y Bolivia (Haboud y de la Vega 2008; Escobar 2011). De manera general, los castellanos andinos se han descrito como variedades que se han formado debido al contacto con las lenguas amerindias de las diferentes zonas de Sudamérica (Zimmermann 1995; Haboud 1998; Escobar 2000; Muntendam 2009; Muysken 2019).
En el caso de Ecuador, el castellano ha tenido un contacto más intenso y prolongado con el kichwa 2 , lo que generó la variedad denominada castellano andino ecuatoriano (CAE) (Haboud 1998; Haboud y de la Vega 2008; Muysken 2019). Debido a este contacto entre las lenguas, el CAE presenta características que lo diferencian de otras variedades de español; por ejemplo, es posible encontrar enunciados que replican el orden canónico del kichwa (SOV), el uso frecuente de gerundios o el uso atemporal del presente perfecto (Bustamante 1991; Haboud 1998, 2018; Palacios 2005, 2007; Haboud y de la Vega 2008; Pfänder y Palacios 2013; Godenzzi y Haboud, en prensa). Por otro lado, Muysken (2019 ) menciona que la influencia morfológica del kichwa en el castellano es bastante limitada; sin embargo, una excepción que se puede encontrar en el CAE es la presencia del morfema kichwa -ka 3 :
(1) […] Nosotros-ka, como ese carrito es del marido de la Mayra, en ese venimos [AED001].
En estudios previos se ha documentado la presencia de este morfema kichwa en el CAE, tanto en hablantes bilingües kichwa-castellano como en hablantes monolingües del castellano que viven, sobre todo, en zonas rurales (Toscano 1953; Yánez del Pozo 1986; Yungán 2009; Escobar 2011, 2012; Lipski 2014). De manera general y sin profundizar sobre este fenómeno, varios autores mencionan que este morfema se encuentra principalmente junto al núcleo de sintagmas nominales, en posición inicial y con función gramatical de sujeto. En cuanto a su rol en el discurso, el -ka ha sido considerado como marcador de foco (Yánez del Pozo 1986; Escobar 2012), marcador de tópico/ foco (Escobar 2011; Lipski 2014), partícula que enfatiza una palabra (Mafla Bustamante 2004; Yungán 2009) o una muletilla que es intraducible (Toscano 1953; Mafla Bustamante 2004). Además, Lipski (2014 ) señala una diferencia en cuanto al uso de este morfema en el CAE de bilingües 4 (kichwa-castellano) y monolingües (castellano). Por un lado, los hablantes bilingües usan el -ka junto a diferentes constituyentes (p. ej. sustantivos, pronombres, adverbios) y su función discursiva es similar a la del kichwa, es decir, es un marcador de tópico. Por otro lado, los hablantes monolingües usan este morfema con un efecto focalizador y aparece únicamente con pronombres que se encuentran, generalmente, al inicio de la cláusula (Lipski 2014).
Así, -ka cumpliría diferentes roles discursivos, aunque no queda claro si estos roles son compartidos tanto por bilingües y monolingües, ya que, como menciona Lipski (2014 ), parece haber diferencias entre los dos grupos de hablantes. En cuanto a la presencia del -ka en monolingües, en ninguno de los estudios previos se ofrece mayor detalle sobre los datos que corroboren las intuiciones acerca del -ka en el discurso de estos hablantes ya que son descripciones generales y se basan, frecuentemente, en oraciones aisladas. De este modo, el presente estudio ofrece un primer análisis sobre el morfema -ka en hablantes monolingües 5 del CAE de la ciudad de Ambato (CAE ambateño).
Los datos sobre los que se sustenta el análisis de este trabajo provienen de entrevistas sociolingüísticas y muestras de habla natural recogidas por el autor entre el 2018 y 2019. En estos ejemplos, se puede ver que los hablantes del CAE ambateño usan el -ka con diferentes constituyentes y no exclusivamente con pronombres, como se puede observar en los ejemplos (2) y (3).
(2) […] La sopa-ka no come [NEM001].
(3) […] Adentro está calientito, pero afuera-ka frío está.. [EJ002].
De esta manera, el propósito de este estudio es, primero, analizar la distribución del -ka considerando el constituyente en el que aparece, la función gramatical del constituyente al que se adjunta y la posición en la cláusula. Segundo, se busca clarificar la contribución de -ka en el discurso del CAE ambateño y se propone que el -ka es una partícula que evoca contraste (foco contrastivo). Finalmente, la presencia de este morfema en el CAE se considera como el resultado del contacto intenso y prolongado entre el kichwa y el castellano (Escobar 2011; Muysken 2019). Debido a esto, es indispensable considerar factores extra-lingüísticos como la historia de los hablantes y el contexto socio histórico de la ciudad de Ambato a fin de conocer posibles razones que hayan incidido en que este morfema kichwa se haya incorporado en el CAE ambateño.
El artículo se encuentra organizado de la siguiente manera. Primero, describo brevemente las características del -ka en el kichwa, seguido de estudios previos que describen la presencia de este morfema en el CAE. Posteriormente, presento la relación del -ka con las nociones de la estructura de la información (foco – tópico) y, a su vez, defino estos conceptos. Luego, presento rasgos generales de la comunidad de estudio, y pongo énfasis en el contexto sociohistórico de la ciudad de Ambato. Después, presento la metodología empleada en este estudio, seguido del análisis y de las conclusiones.
2. UNA BREVE MIRADA AL -KA EN EL KICHWA Y EN EL CAE
2.1. Características y funciones del -ka en el kichwa
Debido a que el -ka es un morfema que pertenece al kichwa, es relevante conocer sus características y funciones en esta lengua. En general, el quechua, y todas sus variedades, incluido el kichwa, tiene una categoría de marcadores denominados por varios autores como enclíticos o morfemas independientes, entre los que se encuentra la partícula -ka (Cole 1982; Maldonado 1999; Yungán 2009; Cunduri 2009). Entre sus características principales, estos morfemas se añaden al final de distintas palabras (enclíticos), pueden unirse a diferentes constituyentes en el enunciado, no son obligatorios gramaticalmente y su presencia está condicionada por el contexto discursivo (cf. Cole 1982; Faller 2002; Sánchez 2010; Grzech 2016).
Desde un punto de vista funcional, los enclíticos kichwa pueden considerarse como marcadores discursivos 6 ya que comparten ciertas características como, por ejemplo: son unidades lingüísticas invariables, no ejercen una función sintáctica en el marco de la predicación oracional y su contribución es a nivel pragmático y no afecta a las condiciones de verdad de las proposiciones (cf. Grzech 2016). Sin embargo, Grzech (2016 ) aclara que los enclíticos kichwa 7 no pueden considerarse como marcadores discursivos prototípicos (p. ej. pues, pero, ahora bien, etc.) debido a que su rol no es el de conectar diferentes segmentos en el discurso. Por el contrario, su función está estrechamente relacionada con una gama de significados discursivos, ya sean epistémicos o asociados con la estructura de la información (foco o tópico), que ayudan a mejorar la coherencia discursiva (Grzech 2016: 398).
En el caso del -ka, su significado está relacionado con la estructura de la información. Diversos estudios han considerado a este morfema como uno de los enclíticos cuyo rol es la de marcar tópico en las diferentes variedades de quechua, es decir, marca información conocida o previamente mencionada (Cerrón-Palomino 1987; Faller 2002; Muysken 2019). En el caso del kichwa ecuatoriano, si bien varios autores coinciden con estas características del morfema -ka (Jara 1984; Cole 1985), Grzech (2016 ) menciona que en la variedad de kichwa amazónico hablada en el Tena, el enclítico -ka no puede ser analizado simplemente como un marcador de tópico. Pese a que aparece en constituyentes que marcan información presupuesta (tópicos, información previa o conocida), la autora recalca que este morfema no es obligatorio y que aparece sobre todo en contextos en los que el hablante desea marcar información como importante y contrastiva. Asimismo, para las variedades de kichwa de la sierra ecuatoriana, Yungán (2009: 32) cataloga al morfema -ka como un ‘enfatizador’; mientras que Maldonado (1999: 17) describe a esta partícula como ‘focalizador secundario’ ya que “enfatiza a la palabra o palabras alrededor de la cual gira el pensamiento”.
Aunque en la literatura parece existir una discusión sobre la función que cumple este morfema en el discurso (p. ej. tópico, enfatizador, focalizador secundario), todas las intuiciones giran en torno a una teoría: la función del -ka está relacionada con las nociones de la estructura de la información (tópico – foco). Esta discusión sobre el rol del -ka en el kichwa va más allá del presente tema de investigación; sin embargo, es importante considerar estas descripciones previas ya que contribuyen a nuestro entendimiento sobre esta partícula en el CAE.
2.2. Descripciones previas del -ka en el CAE
En el CAE, Toscano (1953: 353) menciona que el -ka es una “conjunción kichwa, pospositiva, que ha penetrado grandemente en el habla vulgar serrana”. Además, el autor menciona que esta partícula funciona como conjunción copulativa, adversativa o ilativa, dependiendo de los casos, o puede considerarse simplemente como una muletilla que refuerza a una palabra. Sin embargo, no se presentan ejemplos que ilustren las diferentes funciones previamente mencionadas; el único ejemplo se muestra en (4).
(4) Tu taita ka no vino (Toscano 1953: 353)
En otro estudio, Yánez del Pozo (1986: 52) señala que el -ka es un sufijo focalizador que generalmente acompaña al sujeto y que está presente tanto en narrativas de “indígenas” (ver ejemplo 5) como de “blancos” 8 (ver ejemplo 6).
(5) […] Parte de cosecha ka, los patrones han sabido regalar a los trabajadores. Lo demás han de saber mandar, enviar, no sé, a vender. (Yánez del Pozo 1986: 93)
(6) […] Y ahí ka, del miedo, toda la noche venimos así pues a amanecer a Cayambe. (Yánez del Pozo 1986: 68).
Por otro lado, Escobar (2011 ; 2012) señala que el uso del -ka se encuentra principalmente en la variedad de castellano andino del Ecuador 9 y el rol que cumple en el discurso es el de señalar el tópico/foco en el enunciado (ver ejemplo 7).
(7) Ahí-ka barrio chiquito (Escobar 2011).
En los estudios mencionados previamente se brinda una descripción breve sobre la presencia del -ka en el CAE, pero no se realiza un análisis más detallado sobre este fenómeno. Hasta la fecha existe un único estudio que se enfoca en la presencia de esta partícula en el CAE. Lipski (2014 ) analiza el morfema -ka en el discurso de hablantes bilingües dominantes en kichwa de la provincia de Imbabura, Ecuador. Lipski (2014 : 219) menciona que la presencia del -ka en el CAE de bilingües puede entenderse como un fenómeno relacionado con la interlengua de los hablantes en la que los hablantes presentan una gran influencia de su lengua dominante (kichwa) cuando hablan castellano. En los datos analizados por el autor, se encontró que el morfema -ka ocurre junto a diferentes constituyentes como sujetos, objetos directos y adverbios (temporales y de ubicación). Dado que todas las instancias fueron extraídas de entrevistas, el autor menciona que se pudo identificar el contexto en el que ocurrió cada instancia y, de esta manera, determinar si la información dada es nueva o conocida. De este modo, no se encontró evidencia que indique que la partícula -ka esté junto a información nueva o focalizada, lo cual coincide con la misma función de esta partícula en el kichwa, es decir, es un marcador de tópico (Lipski 2014: 224). Además, los datos del estudio muestran que hay una tendencia a que esta partícula ocurra en posición inicial dentro de la oración, lo cual es una posición apropiada para la topicalización según el autor (Lipski 2014: 223).
Por otra parte, Lipski (2014 ) menciona brevemente que el morfema -ka también se encuentra en el castellano coloquial de monolingües de la región andina del Ecuador 10 . Si bien el autor no se enfoca en analizar la presencia del -ka en el CAE de monolingües, Lipski (2014 : 219) resalta de manera general que los monolingües usan el -ka únicamente con pronombres, con un efecto focalizador. Además, Lipski (2014 ) menciona un caso particular de las comunidades afroecuatorianas de la zona andina del norte, en las que los hablantes son monolingües de castellano, pero su variedad presenta evidencia de un contacto previo con el kichwa. En estas comunidades, el -ka se encuentra con sujetos (ver ejemplo 8) y adverbios temporales (ver ejemplo 9), sobre todo en posición inicial.
(8) Yo ka no voy a ir (Lipski 2014).
(9) Ahora ka ya no se ve eso (Lipski 2014).
En resumen, el -ka en el CAE puede ser considerado como una influencia directa del kichwa en esta variedad de castellano andino que se encuentra tanto en el habla de bilingües kichwa-castellano como en el habla coloquial de monolingües en castellano. En cuanto a su contribución en el discurso, en el caso de los bilingües, Lipski (2014 ) menciona que este morfema funciona de igual manera que en el kichwa, es decir, es un marcador de tópico. En el caso de los monolingües, la función de esta partícula no está clara ya que parece tener diversos roles discursivos: marcador de tópico, marcador de foco, marcador enfático o muletilla. Por eso, es importante clarificar estas nociones a fin de conocer la contribución discursiva del -ka en el CAE ambateño.
2.3. El -ka y su relación con las nociones de la estructura de la información
Como se ha indicado en las secciones previas, el -ka es un enclítico kichwa que se ha incorporado en el CAE. Además, es importante recordar que esta partícula no tiene ningún equivalente en castellano (Toscano 1953; Lipski 2014). De este modo, en este primer estudio, se toma como punto de partida las características que tiene este morfema en su lengua de origen para poder describirlo en la lengua receptora, el CAE ambateño.
Al igual que en kichwa, en este estudio se considera al -ka en el CAE de monolingües como una unidad lingüística invariable que funciona a nivel del discurso, es decir, su contribución es procedimental y no conceptual. A su vez, como bien menciona Grzech (2016 ), el -ka no puede considerarse como un marcador discursivo propiamente dicho ya que no se encarga de encadenar o unir proposiciones, sino que modifica a uno de los elementos integrados en la oración y su significado está relacionado con la estructura de la información. De este modo, y siguiendo a Portolés (2016), en este primer estudio considero conveniente catalogar al -ka como una ‘partícula discursiva’, un hiperónimo de marcador del discurso en el que se pueden englobar diferentes elementos discursivos relacionados con la estructura de la información.
Como se ha visto en la sección 2.2, se proponen dos funciones teoréticamente opuestas para el -ka en el CAE: la de focalizador y la de topicalizador del elemento con el que aparece. Esta sección se dedicará a clarificar cuáles son las nociones de foco y tópico que se utilizan en este trabajo para poder precisar las restricciones en su distribución en la sección 5.
Los conceptos de tópico y foco se han discutido ampliamente en la literatura. Ambos están relacionados con la estructura de la información, que consiste en agrupar el material lingüístico en términos de su estatus informativo ya sea como información dada o nueva (Chafe 1976; Lambrecht 1994; Krifka 2008). Esto está conectado con las teorías formales de foco (véase Rooth 1992; Krifka 2008) en las que el elemento marcado lingüísticamente como foco es el elemento que evoca alternativas relevantes para la interpretación. Una manera de identificar el elemento focalizado en la enunciación es a través de pares de preguntas y respuestas: el elemento focalizado en la enunciación de una declarativa, por ejemplo, debe corresponderse con el elemento que varía en las posibles respuestas a la pregunta que se está contestando (aunque sea implícitamente). Por ejemplo, en (10), el elemento que tiene que estar marcado lingüísticamente como foco es Lupita, pero es inadecuado marcar lingüísticamente guitarra como foco.
(10) A: ¿Quién compró una guitarra?
B: [Lupita]F compró una guitarra
B2: #Lupita compró una [guitarra]F
En (10), la pregunta requiere la identificación del comprador, no de lo que se hizo (se asume que lo que se hizo fue comprar la guitarra). Así, las posibles respuestas a la pregunta varían en la persona que compró la guitarra, es decir, las posibles respuestas serían {Lupita, Carmen, Karen…}. Dado que una forma de identificar el foco de la oración es usar pares de preguntas y respuestas, es clara la relación que tiene el foco lingüístico con la información nueva, mientras que el resto de la enunciación está simplemente dado en la pregunta que precede (es información conocida, tema o tópico).
Además de lo ya mencionado, es necesario considerar varias distinciones para comprender de mejor manera la noción de foco. En primer lugar, el elemento focalizado puede ser una palabra (lo que se conoce como foco estrecho) o una estructura más grade (lo que se conoce como foco amplio), que puede llegar a ser toda la oración si, por ejemplo, toda la información es nueva (ver ejemplo 11).
(11) A: ¿Qué pasó?
B: [Lupita compró una guitarra]F
En el caso de foco estrecho se puede hacer otro tipo de diferenciación tomando en cuenta las intenciones comunicativas del hablante. Así, si el hablante únicamente transmite información ausente en una pregunta (explícita o implícita), se considera como un tipo de foco informativo (ver ejemplo 10). En su lugar, si el hablante busca señalar una variante a algo que el oyente asume, en cuyo caso tenemos como antecedente una aserción estereotípicamente, tenemos la noción de foco contrastivo, es decir, las alternativas evocadas son alternativas a lo que el oyente asume (ver ejemplo 12).
(12) A: Carmen compró una guitarra.
B: [Lupita]F compró una guitarra.
Con esta única noción de foco lingüístico como el elemento que evoca alternativas relevantes para la interpretación podemos explicar nociones más discursivas de foco, como foco informativo o foco contrastivo. Tomando en cuenta estas nociones, podremos comprender de mejor manera el rol que cumple la partícula -ka en el discurso de los hablantes monolingües del CAE de la ciudad de Ambato.
3. COMUNIDAD DE ESTUDIO: LA CIUDAD DE AMBATO
El cantón Ambato es parte de la provincia de Tungurahua, Ecuador, y se ubica en la zona central de la sierra ecuatoriana (ver mapa 1). De acuerdo con el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipalidad de Ambato (GAD), este cantón tiene 329.856 habitantes que se autoidentifican como mestizos (78%), indígenas 11 (16%), blancos (4%) y otros 12 (2%). Ambato es mejor conocido por su desarrollo en tres áreas socioeconómicas: 1) agricultura y ganadería; 2) ventas al por mayor y menor; e 3) industria manufacturera. De hecho, un gran porcentaje de la población obtiene ingresos económicos relacionados con estas actividades (ver Tabla 1).
El cantón Ambato esta formado por 19 parroquias, de las cuales 18 se consideran rurales y 1 se considera la principal área urbana. Esta área se llama ‘Ambato urbano’, ‘La Matriz’ o ciudad de Ambato. Actualmente, en la ciudad de Ambato habita el 54% del total de la población del cantón; sin embargo, es muy común encontrar en la ciudad a personas que viajan diariamente desde las parroquias rurales por motivos de trabajo o comercio (GAD 2015).
Estas características socioeconómicas no son recientes, sino que son parte de la historia de la ciudad. Ibarra (1992 ) menciona que, a lo largo de la historia, Ambato tuvo 3 grupos étnicos predominantes: mestizos, indígenas y blancos. Además, el autor menciona que el desarrollo social y económico tiene una rica historia, especialmente en el ámbito de la migración interna.
El autor destaca dos periodos importantes para el desarrollo de la ciudad de Ambato. Durante el primer período, entre 1871 y 1922, el 71,6% de la población vivía en las áreas rurales, mientras que el 28,4% vivía en la zona urbana. En este periodo, una gran mayoría de los habitantes de la zona rural era indígena y viajaba diariamente a la zona urbana por motivos de comercio o por trabajo. El segundo periodo de mayor relevancia ocurrió después de 1922, cuando la ciudad empezó a “urbanizarse”. Este crecimiento se debió a que las personas que viajaban a menudo decidieron mudarse definitivamente a la zona urbana (Ibarra 1992).
De esta manera, es importante tener en cuenta que a lo largo de la historia de la ciudad hubo desplazamientos constantes entre las zonas urbanas y rurales, aunque cabe destacar que lo más significativo es la relación e interacción entre los habitantes y las lenguas empleadas en la comunicación (kichwa y castellano). En este sentido, indígenas, mestizos y blancos han tenido una relación estrecha y prolongada, por lo que no sería impensable pensar que, debido a esta situación de contacto, las lenguas presenten innovaciones. Al mismo tiempo, no hay que olvidar la administración sociopolítica que se mantuvo en varias zonas de la región andina del Ecuador: el sistema de haciendas. Ibarra (1992 ) menciona que las personas indígenas, si bien trabajaban en la agricultura o el comercio, también se dedicaban a otras actividades en las haciendas, como las tareas del hogar y, en algunos casos, el cuidado de los hijos de los hacendados. En este sentido, Haboud ( 1998) menciona que este es también un factor relevante para comprender la situación de contacto lingüístico histórico intenso que se dio en esta área, esto es, visibilizar las relaciones de la población indígena, criolla y mestiza a lo largo de la historia permite entender mejor los efectos de contacto intenso y prolongado entre el kichwa y el castellano. Del mismo modo, Thomason y Kaufman (1991: 4) mencionan que, en situaciones de contacto lingüístico, la historia de una lengua se da en función de la historia de sus hablantes y no puede considerarse como un fenómeno independiente que puede ser analizado en profundidad sin considerar el contexto social en el que se encuentra. Por ello, todos estos elementos demográficos y sociohistóricos de la ciudad de Ambato son relevantes para el presente estudio, ya que nos permiten explorar las posibles razones de la incorporación de un enclítico kichwa en la variedad de castellano andino de Ambato. En la siguiente sección describo la metodología del presente estudio.
4. METODOLOGÍA
En este estudio participaron dieciocho personas adultas de las cuales doce son mujeres y seis, hombres. El rango de edad de los participantes varía entre los 25 y 75 años. En cuanto a la ocupación laboral de los participantes, 12 se dedican a la venta al por mayor y menor de productos agrícolas, 4 trabajan en la construcción y 2 trabajan en fábricas de calzado.
Todos los participantes son hablantes monolingües de castellano, nacieron en la ciudad de Ambato y actualmente viven en la parroquia AtochaFicoa (ver Mapa 2). Pese a que los participantes no hablan kichwa, todos mencionan que han tenido algún tipo de contacto con hablantes bilingües kichwa-castellano. A su vez, los participantes mencionan que es común para ellos encontrarse con personas indígenas en cualquier parte de la ciudad, especialmente en los lugares donde ellos trabajan.
Los datos del presente estudio se extrajeron principalmente de entrevistas sociolingüísticas semi-estructuradas y de notas de campo de conversaciones informales con los participantes. En las entrevistas se trataron experiencias pasadas de los participantes y los cambios que ha habido en la ciudad a lo largo de los años. En cuanto a las notas de campo, varias de las instancias con -ka se dieron antes o después de las entrevistas, por lo que estas instancias se registraron como parte del habla espontánea de los participantes.
En total, el corpus contiene 206 instancias con -ka. En primer lugar, a fin de conocer la distribución del -ka en el CAE ambateño, las instancias fueron clasificadas considerando su posición en la cláusula (inicial vs. final), el constituyente con el que coaparece (sustantivos, pronombres, adverbios, verbos y otros) y la función gramatical de dicho elemento (sujeto vs. no-sujeto). En segundo lugar, se analizó la contribución de -ka en el discurso tomando en cuenta las nociones de la estructura de la información (foco – tópico). Para esto, se consideró el contexto completo como parte fundamental del análisis, ya que basarse en instancias aisladas puede dar lugar a interpretaciones erróneas. Los datos obtenidos de las entrevistas no presentan ningún problema ya que podemos obtener todo el contexto discursivo, mientras que para las notas de campo se consideró anotar con detalle el contexto en el que ocurrió cada instancia con -ka. Teniendo en cuenta estas consideraciones, se sistematizó los datos y se procedió a realizar el análisis, que se detalla en la siguiente sección.
5. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS DATOS
En primer lugar, se observó de manera general la distribución de la partícula -ka en el corpus de los hablantes del CAE ambateño (ver Tabla 2). -Ka aparece principalmente junto a pronombres (p. ej. nosotros-ka), adverbios (p. ej. antes-ka, encimita-ka) y sustantivos (p. ej. Diego-ka, el pastel-ka). Con menor frecuencia, el -ka aparece junto a verbos (p. ej. vivían-ka, trabajar-ka, conversando-ka) y conjunciones (p. ej. sino-ka) y, en algunos casos, esta partícula no se encontraba adjunta a ningún constituyente (p. ej. ka a las nueve vinimos). Para el presente estudio se tomó en consideración los tres constituyentes donde aparece con mayor frecuencia: pronombres, sustantivos y adverbios; para el resto, es necesario recolectar más datos que permitan complementar el presente análisis.
En cuanto a la posición del constituyente (pronombres, sustantivos y adverbios; n=177) en el que se encuentra -ka, se puede observar que la mayoría de las instancias ocurre a inicio de cláusula (84,2%) (ver Tabla 3).
En cuanto a la función gramatical del constituyente, los datos muestran que el 53,1% (n=94) corresponden a la función de sujeto, mientras que el 46,9% (n=83) corresponden a otras funciones.
A partir de estos datos, en este análisis preliminar se puede observar que, en esta comunidad de hablantes, el uso del -ka se encuentra muy extendido y no se restringe a un único tipo de constituyente como se menciona en la literatura (p. ej. pronombres). Además, el constituyente al que se adhiere -ka se encuentra principalmente a inicio de cláusula y la función gramatical de dicho constituyente cumple el rol de sujeto en su mayoría. En cuanto al rol que cumple -ka en el discurso, es importante realizar un análisis más detallado sobre los contextos en los que ocurre.
Como vimos en la sección 2.2, estudios previos mencionan que el -ka es una partícula que se usa en el CAE de monolingües con un efecto focalizador (Lipski 2014; Yánez del Pozo 1986), para ‘enfatizar una palabra’ (Yungán 2009; Mafla Bustamante 2004) o, al igual que en kichwa, marca el tópico de la oración (Escobar 2011; Muysken 2019). Sin embargo, no se provee de mayor detalle en cuanto a estas intuiciones y los contextos comunicativos en los que ocurre.
Biezma y Puma Ninacuri (2020) exploran la contribución del -ka en el discurso mediante pares de preguntas, una de las maneras de explorar cómo se marca la estructura de la información. El análisis preliminar muestra que el -ka en el CAE de monolingües no es un marcador de tópico; por el contrario, el -ka aparece frecuentemente junto al elemento focalizado del enunciado. Profundizando más en la noción de foco, se encontró que el -ka está asociado con contextos en los que existe contraste, es decir, el constituyente acompañado de -ka evoca alternativas relevantes para la interpretación en las que su contenido es evaluado frente a otras alternativas disponibles en el contexto (Biezma y Puma Ninacuri, 2020). Tomando en consideración esta contribución del -ka, observemos el siguiente ejemplo del corpus de este estudio:
(13) Contexto: durante la entrevista, la participante narra sobre las actividades que suele hacer a diario, y lo complicado que es hacer algunas cosas durante el día. [AEM002]
A: chuta, es que si es complicado a veces. ¿y usted le va a dejar a su hijito en la escuela, o tiene recorrido [escolar]?
B: Él-ka le lleva, es que por mi trabajo no alcanzo en las mañanas… yo le paso retirando en las tardes.
En el ejemplo (13) podemos observar un caso del -ka como marcador de foco. En este contexto tenemos un caso de corrección, ya que la pregunta hecha por el entrevistador asume que ‘ella’ o ‘un recorrido escolar’ lleva a su hijo a la escuela. Sin embargo, la participante implícitamente da por negadas estas alternativas y menciona que ‘él’ (su esposo) lleva a su hijo en las mañanas. En este mismo ejemplo podemos observar que si bien el -ka va junto a un pronombre cuya función gramatical es de sujeto, el contexto nos permite determinar que se trata de una corrección a una información previa. Así, el presente análisis es compatible con lo previamente encontrado por Biezma y Puma Ninacuri (2020).
El uso del -ka no se limita a pronombres, sino que también se puede encontrar con sustantivos. En el ejemplo (14) tenemos otro caso de corrección, es decir, la información previa es considerada errónea, por lo que es necesario hacer una aclaración.
(14) Contexto: en una conversación informal con una de las participantes, (B) responde a una de mis preguntas, pero, su madre (C) corrige la información cuando escucha que es incorrecta [AEAM06].
A: ¿ya no tienen animalitos sus papacitos?
B: no, ya no tienen ya, desde que fueron a Nueva York ya…
C: Cuycitos-ka tengo. No enseñamos, no enseñamos a quedar sin nada.
En el ejemplo (14) podemos observar que el -ka no está junto a un constituyente que tiene función de sujeto, sino que se encuentra adherido a un complemento de objeto directo mientras que el sujeto de la oración se encuentra omitido. Así, se corrobora la intuición de que el -ka es un marcador de foco y no de tópico, ya que, si fuese este el caso, se esperaría una respuesta del tipo ‘yo-ka cuycitos tengo’. En este sentido, el contexto no evoca alternativas sobre ‘quiénes’ tienen animales, sino sobre ‘qué’ animales tiene la mamá de la participante: {cuyes, conejos, perros, etc.}. En este ejemplo es necesario destacar lo fundamental del contexto. En este sentido, es necesario conocer la situación en la que se da cada instancia con -ka para poder entender su contribución en el discurso, ya que si se toma instancias aisladas, nos puede llevar a predicciones erróneas. Observemos otro caso similar, en el ejemplo (15) (una versión contextualizada de (2)) podemos observar que el -ka también se encuentra junto a un objeto directo, y es un contexto de foco contrastivo:
(15) Contexto: Durante el almuerzo, comenzaron a servir la comida. Observé que uno de los niños no tenía su plato, por lo
que pregunté: [NEM001].
A: ¿el niño no va comer arroz?
B: la sopa-ka no come, sí es goloso de arroz… a los niños les servimos al final.
Otro de los constituyentes con los que aparece el -ka son los adverbios. Al igual que en los contextos anteriores, esta partícula se encuentra en contextos de contraste. En el ejemplo (16) está junto a un adverbio de lugar, mientras que en el ejemplo (17) está junto a un adverbio temporal.
(16) Contexto: durante el almuerzo, uno de los participantes salió a la tienda a comprar algo para tomar. Al regresar dice:
- Adentro está calientito, pero afuera-ka frío está [EJ002].
(17) Contexto: mientras caminaba con uno de los participantes en el barrio, él menciona que algunas personas han cambiado mientras pasa el tiempo.
- Él es el dueño de la tienda, es saludador, pero la esposa… antes -ka saludaba, ahora es hecha la estirada [EJ002].
En resumen, se puede observar que el -ka en el CAE ambateño se encuentra en diferentes constituyentes y que su rol en el discurso está relacionado con la noción de foco (contrastivo), es decir, el elemento acompañado de -ka evoca alternativas relevantes para la interpretación cuyo contenido es evaluado frente a otras alternativas disponibles en el contexto. Sin embargo, queda por indagar otros escenarios más complejos, como el ejemplo (18):
(18) Contexto: Durante la entrevista, la participante narra cómo llegó ella y sus familiares a la casa.
A: La tía llegó casi a las once… porque ellos vuelta han venido en el bus… y han cogido… en el Santa María han quedado y han cogido camioneta creo que dice, ah ah. Nosotros-ka, como ese carrito rojo es del marido de ella, en ese venimos [AED001].
En el ejemplo (18) (una versión contextualizada de (1)) podemos observar que hay elementos en el discurso que son relevantes para entender la presencia del -ka. Como se mencionó previamente, una de las maneras de analizar la estructura de la información es a través de preguntas y respuestas. En este sentido, Portolés (2010: 283) menciona que “se debe concebir la dinámica propia del discurso como el resultado de respuestas a posibles preguntas de los interlocutores” como una manera de indagar sobre el estatus de la información. Así, una posible pregunta para el ejemplo (18) podría ser ¿cómo llegó cada quién a la casa? En este sentido, tenemos dos elementos que evocan alternativas, las personas {ellos, nosotros} y el medio de transporte que usaron para llegar {carro, bus}. Si bien el -ka va junto a una de las alternativas posibles para la interpretación, es necesario analizar con mayor detenimiento la dinámica del -ka y las estructuras que presentan dos elementos focalizados.
El último objetivo de este estudio es discutir sobre posibles factores sociales que hayan podido incidir en la incorporación de esta partícula en el CAE de los participantes del presente estudio. Matras (2009) menciona que en comunidades lingüísticas donde se habla una lengua de ‘modo bilingüe’, puede darse una apertura para que las lenguas que se encuentran en contacto se influyan entre sí y de alguna manera se integren operadores gramaticales en alguna de ellas. Además, es importante considerar el tiempo que se ha mantenido el contacto entre las lenguas, la historia de los hablantes y su entorno social para poder entender las dinámicas del contacto lingüístico (Thomason y Kaufman 1991; Matras 2009).
Así, la presencia del -ka en el CAE puede considerarse como un efecto del contacto intenso y prolongado entre el kichwa y el castellano, el cual inicia en los hablantes bilingües, y posteriormente es adoptado por hablantes monolingües. En cuanto al entorno social, como se mencionó en la sección 3, Ambato es un lugar que alberga a personas de diferentes grupos étnicos (indígenas, mestizos y blancos) que han tenido relación entre sí a lo largo de la historia de la ciudad. Este contexto sociodemográfico va acompañado de las actividades económicas a las que se dedican los participantes. Doce de los participantes son vendedores al por mayor y menor de productos agrícolas, cuatro trabajan en la construcción y dos trabajan en la industria del calzado.
Todos los participantes mencionan que a lo largo de sus vidas han estado en contacto con hablantes kichwa-castellano. Por ejemplo, las personas que se dedican a la venta de productos al por mayor y menor mencionan que desde la infancia estuvieron expuestos a este entorno y que varios de sus amigos de la infancia ‘hablaban una lengua que no podían entender’ (haciendo referencia al kichwa). Además, los participantes mencionan que es común para ellos hablar con personas bilingües kichwa-castellano en la actualidad, especialmente cuando compran o venden sus productos. En este sentido, se podría considerar que la incorporación del -ka en el CAE de los hablantes del presente estudio se debe a su historia y su relación (intensa y prolongada) con hablantes bilingües.
Asimismo, es importante considerar el lugar en el que viven los participantes. La parroquia Atocha-Ficoa está ubicada en una zona periférica de la ciudad de Ambato. Ibarra (1992 ) menciona que esta parroquia, antiguamente, era considerada como un lugar que tenía una fuerte presencia indígena y que en la actualidad es uno de los nexos entre la zona urbana y las zonas rurales. De este modo, el factor sociohistórico y el factor demográfico de la parroquia en la que viven los participantes, al igual que la historia de los hablantes y el contexto social de la ciudad de Ambato, podrían considerarse como elementos a tener en cuenta para entender mejor la presencia de la partícula -ka en el CAE de monolingües de la ciudad de Ambato.
6. CONCLUSIONES
El presente estudio ofrece un primer análisis sobre la partícula -ka en el castellano andino ecuatoriano de monolingües de la ciudad de Ambato. En primer lugar, los datos del presente estudio muestran que el -ka es una partícula discursiva que se adhiere a diferentes constituyentes independientemente de su función gramatical, si bien los que desempeñan la función de sujeto son los que más favorecen su aparición. En segundo lugar, se demostró que el -ka no puede ser considerado como un marcador de tópico en esta comunidad de hablantes. Por el contrario, como hemos mostrado, se trata de una partícula que marca contraste, ya que el -ka va junto al constituyente que evoca alternativas relevantes para la interpretación en las que su contenido es evaluado frente a otras alternativas disponibles en el contexto. Por último, el -ka puede considerarse como uno de los efectos del contacto intenso y prolongado entre el kichwa y el castellano; sin embargo, las características sociales, históricas y demográficas, acompañadas de las historias personales de los participantes, son piezas fundamentales para entender por qué esta partícula kichwa está presente en esta variedad de castellano andino.
Resumen:
1. INTRODUCCIÓN
2. UNA BREVE MIRADA AL -KA EN EL KICHWA Y EN EL CAE
2.1. Características y funciones del -ka en el kichwa
2.2. Descripciones previas del -ka en el CAE
2.3. El -ka y su relación con las nociones de la estructura de la información
3. COMUNIDAD DE ESTUDIO: LA CIUDAD DE AMBATO
4. METODOLOGÍA
5. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS DATOS
6. CONCLUSIONES