El presente trabajo intercede por una psicología nostálgica, una psicología que derivo -y se deformó- en lo que en el siglo XX se autoproclamó como psicología social; una psicología primigenia que era ante todo un proyecto histórico respecto a la vida social; una psicología que se describe a sí misma como psicología colectiva, bosquejada desde lo más diversos interlocutores -quienes no necesariamente se ostentan como psicólogos o psicólogos sociales- y enriquecida a partir de los constantes debates -que no son remitente en los trillados manuales de psicología o psicología social- desprendidos en los entrecruces disciplinares que el sendero psicosocial ha transitado. Una velada idea es el pre-texto que bosqueja el escenario que la disciplina ha edificado, y en las siguientes líneas dos ejemplos se hacen manifiestos, por un lado, la aportación hecha por las reflexiones que hiciera Herder; y por el otro lado, con la presencia discreta que la psicología de la colectividad, gestada por Wundt, aportó al escenario psicosocial, ambas siendo implicadas en una sutil, idea, una idea que explícitamente se ha desdeñado, pero que implícitamente se manifiesta como el baluarte de la psicología social: la idea de atmósfera.
Navalles, J. (2006). Prolegómenos a la Psicologia Social: La Idea de Atmósfera en la Psicología de la Colectividad. Cinta De Moebio. Revista De Epistemología De Ciencias Sociales, (27). Recuperado a partir de https://rej.uchile.cl/index.php/CDM/article/view/25942